La Asociación I.P.S. recomienda: "El inconciente a cielo abierto de las psicosis" y "Good bye Lenin".
Autor: Colette Soler
Editorial: JVE Ediciones
Editorial: JVE Ediciones
Introducción:
La Psicosis: una problemática
Al reconocer nuevamente en Schreber el complejo paterno, Freud se excusa por la monotonía de las soluciones que aporta el psicoanálisis. Sin embargo, la literatura consagrada al tema muestra más bien una proliferación de tesis sin referencia al Edipo. La enseñanaza de Lacan nos sirve de guía respecto a tal diversidad. Parte de un texto eje, "De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de las psicosis", al que hay que agregar, por cierto, los seminarios que lo enmarcan, habiendo Lacan mismo situado, en lo que llamó sus antecedentes, los textos precedentes.
Para lo que sigue, cerca de diez años más tarde, en la presentación de la traducción de Schreber, publicada en el número 5 de los Cahiers pour l'analyse, Lacan evocaba "la plena continuación" que convendría darle a la cuestión preliminar. Continuación que se puede decir no dio de manera explícita, pero que sin embargo podemos esperar deducir de la orientación de conjunto de sus elaboraciones de los últimos diez años.
Partamos de la doctrina de la forclusión: es la piedra angular del edificio. Con «De una cuestión preliminar...», Lacan incluye la psicosis en lo que llamó la "función" y el campo de la palabra y el lenguaje". Plantea allí que la relación con el significante, el hecho de lenguaje, es lo que hace la unidad de la neurosis y de la psicosis. Lo que hace su unidad, y también su diferencia. Destaco al pasar que sitúa esta inclusión de la psicosis en el campo de los hechos del lenguaje como formando parte del "aspecto del fenómeno", o sea de lo que aparece, mientras que en la neurosis, a la inversa, la estructura de lenguaje ["lenguajera"] del síntoma sólo aparece por el sesgo del desciframiento.
Respecto a esta tesis de la forclusión se nos plantean dos cuestiones: ¿cuál es su alcance operatorio, y qué se hace de ella cuando a partir de cierto momento de su enseñanza Lacan buscó cernir lo que en la experiencia no depende del significante? Cuando lo que Lacan designa como estructura no es solo la estructura del lenguaje, sino la estructura del discurso, que incluye un elemento heterogéneo al significante, ¿sigue siendo la forclusión la clave universal del abordaje de la psicosis?
Es la cuestión de la retroacción de la definición de las psicosis como "fuera de discurso" sobre la tesis de la forclusión.
La Psicosis: una problemática
Al reconocer nuevamente en Schreber el complejo paterno, Freud se excusa por la monotonía de las soluciones que aporta el psicoanálisis. Sin embargo, la literatura consagrada al tema muestra más bien una proliferación de tesis sin referencia al Edipo. La enseñanaza de Lacan nos sirve de guía respecto a tal diversidad. Parte de un texto eje, "De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de las psicosis", al que hay que agregar, por cierto, los seminarios que lo enmarcan, habiendo Lacan mismo situado, en lo que llamó sus antecedentes, los textos precedentes.
Para lo que sigue, cerca de diez años más tarde, en la presentación de la traducción de Schreber, publicada en el número 5 de los Cahiers pour l'analyse, Lacan evocaba "la plena continuación" que convendría darle a la cuestión preliminar. Continuación que se puede decir no dio de manera explícita, pero que sin embargo podemos esperar deducir de la orientación de conjunto de sus elaboraciones de los últimos diez años.
Partamos de la doctrina de la forclusión: es la piedra angular del edificio. Con «De una cuestión preliminar...», Lacan incluye la psicosis en lo que llamó la "función" y el campo de la palabra y el lenguaje". Plantea allí que la relación con el significante, el hecho de lenguaje, es lo que hace la unidad de la neurosis y de la psicosis. Lo que hace su unidad, y también su diferencia. Destaco al pasar que sitúa esta inclusión de la psicosis en el campo de los hechos del lenguaje como formando parte del "aspecto del fenómeno", o sea de lo que aparece, mientras que en la neurosis, a la inversa, la estructura de lenguaje ["lenguajera"] del síntoma sólo aparece por el sesgo del desciframiento.
Respecto a esta tesis de la forclusión se nos plantean dos cuestiones: ¿cuál es su alcance operatorio, y qué se hace de ella cuando a partir de cierto momento de su enseñanza Lacan buscó cernir lo que en la experiencia no depende del significante? Cuando lo que Lacan designa como estructura no es solo la estructura del lenguaje, sino la estructura del discurso, que incluye un elemento heterogéneo al significante, ¿sigue siendo la forclusión la clave universal del abordaje de la psicosis?
Es la cuestión de la retroacción de la definición de las psicosis como "fuera de discurso" sobre la tesis de la forclusión.
Esta semana en Recomendada Psicoanálisis y Cine: Good bye Lenin (2003).
Good Bye, Lenin! es una película alemana de 2003, dirigida por Wolfgang Becker, cuyo reparto incluye a Daniel Brühl, Katrin Sass, y Chulpan Khamatova. La mayoría de las escenas fueron tomadas en la Karl-Marx-Allee en Berlín y alrededor de las Plattenbauten cerca de la Alexanderplatz.
Sinopsis:
Berlín, octubre de 1989. Unos días antes de la caída del Muro, la madre de Alex, una mujer orgullosa de sus ideas comunistas, entra en coma. Cuando despierta ocho meses después, su hijo hará lo posible y lo imposible para que no se entere de que está viviendo en una Alemania reunificada y capitalista. Su objetivo es convertir el apartamento familiar en una isla anclada en el pasado, una especie de museo del socialismo en el que su madre viva cómodamente creyendo que nada ha cambiado. (FILMAFFINITY)
Para saber más acerca de la película ver: Good Bye, Lenin!.
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